El Trastorno Límite de Personalidad es una entidad psiquiátrica de muy difícil manejo, caracterizada por una marcada inestabilidad emocional, descontrol de los impulsos, problemas importantes en la relación con los demás y falta de continuidad en cuanto a la percepción que tienen de sí mismos y de su entorno. Existe un interés creciente en los últimos años acerca de este trastorno, dada su escasa respuesta a los tratamientos utilizados hasta ahora, su gran consumo de recursos sanitarios y la enorme incapacidad y sufrimientos que genera en los pacientes que la padecen y en su entorno socio-familiar.
Determinados tratamientos psicofarmacológicos han demostrado una eficacia parcial en el control de tres dimensiones clínicas de este trastorno: la inestabilidad afectiva, el descontrol de los impulsos y los síntomas cognitivo-perceptivos. Esto supone un apoyo necesario en la mayor parte de los casos pero no es suficiente como tratamiento para este tipo de pacientes. Como tratamiento nuclear de este trastorno, se necesita un trabajo psicoterapéutico reglado a medio/largo plazo, que haya demostrado su eficacia a la hora de controlar, de manera estable y duradera, la clínica y el sufrimiento de estos pacientes.
En el Reino Unido, dos Profesores en el campo de la psiquiatría y la psicología, Peter Fonagy y Anthony Bateman, han diseñado un nuevo programa de tratamiento psicoterapéutico para estos pacientes, aún muy desconocido en España: La Psicoterapia basada en la Mentalización.
Partiendo de la Teoría del Apego descrita por Bowlby y de la psicología del desarrollo que surgió posteriormente, estos autores describen la génesis del aparato psíquico y la personalidad como producto de la interacción entre factores biológicos constitucionales del individuo y factores ambientales, señalando como el más importante la relación entre el individuo y sus cuidadores en la primera infancia.
Según estos autores británicos, la capacidad de comprender y reflexionar sobre los estados mentales propios y ajenos de manera continuada, necesaria para poder controlar nuestro mundo interno emocional, nuestros impulsos, nuestro nivel atencional, así como para conseguir una percepción adecuada del entorno y un sentimiento de continuidad autobiográfica, es una capacidad que no es innata, sino que se desarrolla en el contexto de nuestras primeras relaciones. A esta capacidad es a lo que llaman Mentalización.
Debido a una deficitaria respuesta sensible y a la ausencia de un marcado contingente continuado por parte de los cuidadores hacia el niño, se podría generar, en función de sus factores biológicos constitucionales, un desarrollo subóptimo de los circuitos neuronales implicados en la capacidad de mentalización. Según el modelo teórico de estos autores, este proceso explicaría las causas del desarrollo de una personalidad límite.
El modelo de psicoterapia que han diseñado se basa en estos conceptos teóricos y trata de aumentar la capacidad de mentalizar de estos pacientes a través de una serie de técnicas muy bien estructuradas a lo largo de 18 meses de tratamiento, en el contexto de un medio terapéutico que genere sentimientos de seguridad en el paciente.
En las numerosas publicaciones presentadas por estos autores se puede comprobar el enorme beneficio que aporta este programa de tratamiento a los pacientes con Trastorno Límite de Personalidad.
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