¿POR QUÉ ME CUESTA TANTO ADQUIRIR ALGUNOS HÁBITOS?
Los hábitos son los diferentes comportamientos que realizamos en nuestro día a día de forma inconsciente y que forman nuestro carácter, determinan si somos personas efectivas o no.
Los hábitos que aprendemos en la niñez son los más fáciles de realizar. Se aprenden en una etapa en la que nuestro cerebro tiene una mayor plasticidad, es decir, aprendíamos con mayor facilidad. Si tienes la suerte de haber aprendido hábitos saludables y que se adapten a tus proyectos diarios, puedes ver que son fáciles de realizar y que te ayudan a cumplir tus metas. Por el contrario, si los hábitos que adquiriste no te ayudan a ser una persona efectiva o perjudican tu salud o tus proyectos vitales, el hecho de implantar hábitos nuevos puede ser muy costoso.
El cerebro aprende un hábito a base de repetir pautas constantes. Se puede simplificar en reaccionar a un estímulo para recibir una recompensa una y otra vez. Cuando el hábito está adquirido, el cerebro no necesita un gran esfuerzo para realizar un hábito. Es decir, usa el modo ahorro de energía.
Al incorporar un nuevo hábito, el cerebro necesita hacer un esfuerzo mental mayor, es un patrón que no tiene aprendido. Por eso, siempre va a ser más fácil realizar hábitos ya aprendidos aunque sepamos que son ineficaces.
¿Cómo puedo formar un hábito efectivo?
Los hábitos efectivos se consiguen en torno a 3 elementos
- Conocimiento de mi meta: ¿Qué es lo que quiero? ¿Por qué lo quiero? Necesito saber cuál es mi objetivo, el motivo y qué recompensa voy a conseguir.
- Capacidades o Recursos: ¿Cómo lo hago? Qué pasos, mecanismos o recursos necesito para conseguirlo.
- Deseo: ¿Quiero conseguirlo por mi mismo? Si el deseo es propio y me siento identificado con mi objetivo tendré un compromiso firme.
Cuando estos tres elementos están arraigados a nuestra mente, ponemos en marcha todas nuestras estrategias para conseguir un futuro proyecto. En algunos casos, estos 3 elementos están claros pero no se consigue el hábito. Puede ser que la dificultad esté relacionada con factores psicológicos. Por eso, la preparación psicológica en estos casos es esencial.
Los factores psicológicos se asocian con aquellos comportamientos repetitivos que nos hacen ser o comportarnos de un modo en particular. Si pensamos que son partes de la personalidad es más fácil de entender. Las partes de la personalidad de cada persona se corresponden con pensamientos y comportamientos constantes. Estas tienen ciertos hábitos que les facilitan una recompensa. Los hábitos pueden hacernos ser personas efectivas o inefectivas.
Por ejemplo, una parte optimista de nosotros tendría como objetivo trabajar para una empresa multinacional, porque piensa que es una persona creativa y puede desarrollar sus cualidades. El modo de conseguirlo sería aprender un C1 de Inglés. La dificultad sucede cuando se sienta a estudiar y su parte negativa es pesimista o encuentra una distracción constante en otras cosas. La parte optimista que quiere conseguir trabajar en una multinacional lucha con la parte negativa que autosabotea todos sus esfuerzos. En este proceso, las partes están en conflicto y no depende de si pones más fuerza de voluntad o menos.
Cuando los factores psicológicos están influyendo en la adquisición de hábitos, es importante hacer un abordaje psicológico. No siempre sabemos qué queremos, por qué lo queremos, cómo hacerlo o cuáles son las dificultades internas que nos hacen ser inefectivos. La gestión de los sentimientos y conductas de forma ineficaz puede impedir alcanzar una meta. Desde el Programa de Alto Rendimiento (P.A.R), ofrecemos diferentes una estrategia completa, para que puedas conseguir tu meta. No olvides, que habrá tantas soluciones como alternativas busques.
Laura Llamas
GrupoLaberinto Psicoterapia para la Salud
P.A.R: Programa de Alto Rendimiento
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