No soy borde, soy alfa
Os dejamos un nuevo artículo en prensa, de Ángel Fernández (GrupoLaberinto) y otros expertos, en relación al concepto «Alfa», publicado en El País.
seguir leyendo…“Cada vez con más frecuencia recurrimos a la etología tratando de encontrar respuestas a nuestros comportamientos, actitudes e incluso poses. Muy resumidamente, esta ciencia trata sobre la psicología animal y cómo se desarrolla el individuo dentro de un grupo, partiendo de la base de un fuerte instinto de reproducción con el que trataremos de dejar huella en este mundo en forma de genes.
La psicología animal, por tanto, nos llama especialmente la atención a la hora de explicar factores como el atractivo físico, la supremacía sexual y, en el caso de las personalidades alfa, la dominación sobre las grandes masas —léase el ejemplo de Donald Trump—, o sobre los seres que los rodean. Con independencia del alcance que tenga esta persona alfa, las características son siempre las mismas: arrogancia, dominación y exigencia, regadas de hostilidad.
El título de «macho alfa», posteriormente extendido también a la «mujer alfa», se lo debemos en origen a la etología. Sin embargo, no es un término muy apropiado, explica Miguel Ibáñez Talegón, doctor en Veterinaria y especialista en Medicina del Comportamiento y Psiquiatría Animal de la UCM: «El culpable de un uso inadecuado del término es el científico David Mech, en su libro publicado en 1970 The Wolf: ecology and behavior of an endangered species«….»
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