RUDIGER MUÑOZ RODRIGUEZ: Psicólogo. Residente de Psicología Clínica (R4) en Hospital Son Llàtzer (Palma de Mallorca). Máster en Educación y Salud Infantil. Acreditación Basic Training en MBT (Mentalization Based Treatment) para trastornos de la personalidad (Anna Freud Center). Miembro asociado de AEETCA (Asociación Española para el Estudio de los Trastornos de Conducta Alimentaria)
¿Qué sabemos a día de hoy de los trastornos de conducta alimentaria?
Sabemos, según datos de la Academy of Eating Disorders (AED), que alrededor de setenta millones de personas en el mundo sufren un trastorno de conducta alimentaria (TCA) y que al menos una persona muere cada sesenta y dos minutos por todas las complicaciones asociadas. Sabemos que los genes y el ambiente juegan un papel muy importante en su desarrollo y que los TCA tienen la mortalidad más alta que cualquier otra enfermedad mental. No obstante, también sabemos que la recuperación completa es posible.
Tenemos que tener en cuenta que hablamos de enfermedades importantes y en cuyo desarrollo intervienen factores asociados a la personalidad, alteraciones relacionales en el entorno familiar y/o interpersonal, una posible sensibilidad biológica y factores socioculturales relacionados con el valor del cuerpo, la delgadez y los estilos de vida.
A día de hoy, tenemos protocolos de tratamientos multidisciplinares y técnicas de intervención a nivel individual, grupal y familiar que tratan de hacer foco en los desencadenantes y mantenedores de estos trastornos, y cuyas directrices están incluidas en las principales guías de práctica clínica.
¿A que edad puede empezar a manifestarse un trastorno de la alimentación?
Ya desde la primera infancia. Hay que tener en cuenta que la ingesta es algo que nos acompaña a lo largo de todo el período evolutivo. La alimentación y el cuerpo son, desde que somos niños, el vehículo para expresar malestar vincular, malestar psicológico e incluso dificultades de autoregulación ante situaciones estresantes. Citando la magnifica clasificación de Irene Chatoor, hablaríamos de los llamados trastornos de alimentación en la infancia, como por ejemplo, la ingesta selectiva, la anorexia infantil, hasta el reciente trastorno evitativo/ restrictivio de la ingesta, descrito en actuales clasificaciones como el DSM-5.
Por lo tanto, tendremos que adaptar las intervenciones terapéuticas según las características y la edad de cada paciente.
¿Podemos hablar hoy en día de recuperación en un trastorno de conducta alimentaria?
El estudio del resultado del tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria es complejo por los diferentes niveles de gravedad manifestados, el curso prolongado del trastorno, la transición que puede haber entre los distintos subtipos y formas clínicas, la alta tasa de recaídas y la inconsistencia que muchas veces nos encontramos entre las diferentes definiciones de remisión o recuperación.
Sabemos que desde el inicio de un trastorno de la conducta alimentaria se activan mecanismos biopsicológicos de cronificación y se escenifican en el entorno del paciente factores de mantenimiento, de ahí que, si hablamos de un cuadro completo, la duración media del tratamiento sea de entre tres y cuatro años. A día de hoy podríamos hablar de una remisión completa en el 50-60% de los cuadros, con un porcentaje de recaídas del 30% y una cronicidad sólo del 20%.
Tenemos estudios en los que se relaciona una intervención precoz , efectiva y previa a un deterioro físico grave, con un mejor resultado en cuánto al curso clínico y pronóstico.
La investigación en los dos últimos años va dirigida a conocer precisamente cuáles son los factores de mal pronóstico para avanzar en tratamientos eficaces e individualizados.
Si estás interesado/a en saber más, se realizará una sesión titulada TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA Y DE LA INGESTA: DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA el 27 de enero de 2017 a las 11,00h en la sede de GrupoLaberinto.
Os esperamos!