Cuando el sexo se convierte en una adicción
Os dejamos el articulo publicado de nuestro compañera Javier Mangue (GrupoLaberinto) en el periódico digital “la razón” el pasado 3 de mayo de 2018.
Leer más…Los seres humanos sentimos deseo sexual porque, de no sentirlo, se comprometería seriamente la supervivencia de la especie. La biología nos ha diseñado para sentirnos atraídos por el sexo contrario para poder procrearnos. Esto es el instinto primario y a partir de ahí se construye lo social y lo cultural.
Javier Mangué Pérez, psicólogo Especialista en Psicología Clínica del GrupoLaberinto Psicoterapia para la Salud, nos explica por qué nos comportamos de esta manera frente al sexo y cuáles son las características que definen a las personas que tienen verdadera adicción a él.
El sexo representa una indispensable necesidad biológica para el individuo y para la especie. Según la jerarquía de necesidades establecida por el célebre psicólogo norteamericano A. Maslow, esta necesidad básica se situaría en el mismo nivel que otras necesidades fisiológicas elementales, como la alimentación, la respiración, el sueño y la necesidad de descanso.
La conducta sexual humana tiene como una de sus principales funciones preservar nuestra continuidad biológica (debido a su función reproductiva) pero también posee una dimensión psicológica y una función hedónica placentera (es una actividad gratificante en sí misma), además de ser una manera de expresar afecto a nivel interpersonal. El impulso biológico natural que nos predispone a llevar a cabo las acciones necesarias destinadas a cubrir esta y otras necesidades, suele surgir ante la presencia de deficiencias en la cobertura de las mismas (por ej. en referencia a la respiración, en situación de inmersión a pulmón bajo el agua, tanto más probable es que procuremos salir a la superficie para tomar el aire cuanto mayor tiempo llevemos manteniendo la respiración). De la misma manera, cuando las necesidades fisiológicas se encuentran por exceso cubiertas, normalmente, regulamos a la baja dicha necesidad a través de nuestro comportamiento (ej. experimentamos menor apetito e ingerimos menor cantidad de alimento tras haber participado en una comida copiosa).
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El Equipo de GrupoLaberinto