[ Debemos estar preparados para ayudar a los padres a generar en sus hijos un sentimiento de seguridad constante, deseo de proximidad y regulación emocional. Para que los padres puedan ofrecer estos tres pilares fundamentales a sus hijos, ellos mismos deben tenerlos. Es decir, difícilmente un adulto puede generar un sentimiento de seguridad en su hijo, si él mismo no lo tiene.
Igualmente, si en el adulto hay un apego inseguro, no podrá transmitir un adecuado deseo de contacto, cercanía y comunicación a sus hijos. De la misma forma, un adulto con dificultades en la regulación emocional, no podrá regular adecuadamente a su hijo, y por tanto no podrá enseñarle adecuadamente a autorregularse.
Para que el niño pueda interiorizar todo lo que aporta un vínculo de apego seguro, primero debe vivirlo en la relación con sus cuidadores. Así, para facilitar esta relación de apego seguro entre hijos-padres, y por tanto cuidar la salud mental de los más pequeños, primero debemos cuidar la salud mental de los adultos…]
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María Victoria Sánchez
Especialista en Psicología Clínica (PIR)
GrupoLaberinto Psicoterapia para la Salud